Los docentes a menudo se basan en imágenes bidimensionales para enseñar conceptos tridimensionales complejos, como la estructura de las moléculas, pero los estudiantes no pueden comprender estos conceptos solo con imágenes bidimensionales. Los kits con modelos 3D se utilizan para fines de enseñanza, pero "no pueden manejar el tamaño y el detalle de las macromoléculas".
Sin embargo, la impresión 3D permite a los maestros crear modelos personalizados detallados de moléculas de cualquier tamaño.
En el documento, los investigadores describen un curso basado en modelos 3D sobre superhelix de ADN, diseñado para clases de biología de pregrado. Eligieron este modelo en particular para que los estudiantes pudieran "sentir la relajación del ADN y las contorsiones de testigos resultantes de giros en el ADN". Diseñaron e imprimieron en 3D modelos plásticos flexibles con extremos magnéticos para simular supercurdos de ADN.
El estudio reitera lo que muchos investigadores y profesionales de la educación han aprendido: que los modelos de impresión 3D son una excelente manera de enseñar a estudiantes de cualquier edad. Desde los niños en edad preescolar que aprenden formas y texturas hasta los estudiantes universitarios que aprenden superspirales de ADN, los modelos prácticos ayudan a hacer los conceptos reales y fáciles de entender. La impresión 3D es una forma rentable de crear estos modelos que pueden presentar detalles de una manera que otros métodos de fabricación no lo hacen.





